La COP16 sobre Diversidad Biológica se llevará a cabo en Cali entre el 20 de octubre y el 1 de noviembre, reuniendo a representantes de países de todo el mundo para discutir y acordar estrategias globales de conservación y uso sostenible de la biodiversidad.
A pocos meses de que Colombia sea sede de la COP16 sobre Diversidad Biológica, expertos y activistas ambientales expresan sus expectativas y preocupaciones sobre este importante evento internacional.
La COP16 podría tener un impacto significativo en las políticas ambientales de Colombia. Las decisiones tomadas en la conferencia podrían influir en cómo el país maneja sus recursos naturales, desde la protección de ecosistemas hasta la regulación de prácticas como la minería y la ganadería.
Podría haber cambios en la legislación ambiental para alinearse con los acuerdos internacionales. Sin embargo, como advierte el experto Miguel, es crucial que estas políticas se adapten a las realidades locales y no se impongan simplemente desde una perspectiva internacional. El evento también podría impulsar una mayor participación ciudadana en temas ambientales y fomentar un debate nacional sobre el equilibrio entre conservación y desarrollo económico.
Para Colombia, como país anfitrión y uno de los más biodiversos del mundo, representa una oportunidad significativa de liderazgo en estas discusiones cruciales, pero también implica desafíos en términos de equilibrar los intereses globales con las realidades locales.
Miguel, abogado especialista en derecho constitucional y coordinador ambiental de la ONG Corporación Compromiso de Bucaramanga, destaca la relevancia del evento, pero advierte sobre posibles conflictos entre los intereses globales y las realidades locales.
«Es una oportunidad para que Colombia lidere discusiones cruciales sobre biodiversidad, pero debemos estar atentos a cómo se negocian temas que afectarán directamente a nuestras comunidades», señala Miguel.
Existe inquietud sobre la posible imposición de agendas internacionales que pueden no considerar plenamente las realidades locales. Se recomienda seguir de cerca las negociaciones, especialmente en temas como la gestión del agua, los bonos de carbono y las prácticas ganaderas.
Para el abogado es problemático el acuerdo internacional que tienen los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de ver la naturaleza principalmente como un recurso para explotar. “Un indígena de nuestro país jamás va a pensar que la naturaleza es un recurso”, menciona.
Es importante que los ciudadanos expresen sus opiniones y preocupaciones a través de los canales disponibles, ya sea a través de organizaciones de la sociedad civil, redes sociales o participando en foros y discusiones públicas relacionadas con el evento, explica el experto. Además, hay preocupación sobre cómo se manejarán temas específicos como los bonos de carbono, las prácticas ganaderas y la gestión del agua.
